The Church
Me salió del aparato digestivo, seguro. Estábamos en una terraza, con unas jarras de cerveza y unas tapitas, hablando de cosas triviales, y yo con mi camiseta de los geniales The Church. En esto que una amiga, que ha oido tanta música y tan variada como una latilla de berberechos al natural, me dice: "Mmm, The Church. Eso en inglés es iglesia pero, ¿tú no eras ateo-comecuras-quemaiglesias?." En ese momento mi cerebro descansó y comenzó a hablar, de carrerilla, mi epigastrio:
Y, porras, es que no se puede ir por el mundo sin conocer a The Church ni La Venganza de Don Mendo.
Es que tu inocencia ignora,Con el consiguiente flipe de la concurrencia y petición de ronda para correr un tupido velo...
que a más de una secta,
la Iglesia es un grupo.
Y una banda buena,
que no hay que oir a la ligera,
pues la escuchas cien veces, mil,
y de las mil ves febril,
que te gusta, y te alteras.
Y, porras, es que no se puede ir por el mundo sin conocer a The Church ni La Venganza de Don Mendo.
Oyendo, cómo no, Under The Milky Way, de The Church.