viernes, 28 de enero de 2005

Rediscover the Web (and the language...)

Definitivamente, y a no ser por exigencias de causa mayor (la aplicación del curro, leshes), pongo al Gran Pitufo por testigo de que no vuelvo a usar Internet Exploiter cuando tenga que utilizar por pelotas un Windows. Mi estupendo Mozilla Firefox, con la navegación por pestañas -un pedazo de invento, comparable a completar la línea con Tab en Bash- es una herramienta indispensable. No tengo excusa para no usarlo exclusivamente, ya que me funciona hasta la banca electrónica, incluso el cliente Citrix va como un tiro.

Pero es que, además de las 30 utilísimas extensiones que tengo instaladas, acabo de descubrir de la mano del chache y barrapunto la extensión de-fi-ni-ti-va: un peaso de corrector ortográfico para cajas de edición de texto, para repasar los puntapiés al diccionario antes de publicar algo que va a ver todo cristo. Spellbound, sencillamente espectacular. No sólo por su utilidad intrínseca, sino por la cantidad de diccionarios que pone a nuestra disposición. Hasta Latín, para que mis estupendos amigos lo usen también. Es la rehostia en bicicleta, se acuerdan hasta de éstos mentirosos.

Busque, compare, y si encuentra algo mejor, instálelo, pero no creo que lo encuentre. En cuanto lo pruebe, no habrá otro, y evangelizará al resto de ovejas descarriadas...