miércoles, 26 de enero de 2005

El Papa advierte

Ayer, tomando un cafecito, sin nada mejor a mano para leer y aún corriendo el espeluznante riesgo de sufrir una urticaria, eché mano del ABC para mirar el editorial del día cuando descubrí un artículo con un título de tremendo acojone: El Papa Advierte. Ante mi perplejidad y temiéndome de lo que iría el argumento, decidí leerlo. Como cabría esperar, arenga católica del catolicismo más rancio.

Lo que más me sorprendió es cómo la Iglesia, apoyada por ésta línea editorial, pretende escandalizar a muchos de sus simpatizantes / seguidores -que los súbditos ya se escandalizan solitos- con verdades a medias y mentiras enteras. Y cómo, tan católicos ellos, ponen en boca del Papa esas mentiras, que ni de coña podría yo creer que escribió él, el pobre, que con llevarse la mano a la boca para quitarse la baba ya tiene esfuerzo de sobra para todo el día, para abusar de aplicarle el adjetivo "prudente". ¿Lo escribiría tal vez Rouco?. Apostaría...

¿Pretenden que creamos que en el estado actual del Papa, a puntito de "presentar suelas", ni tan siquiera sus asistentes, considerarían prudente hablar del Plan Hidrológico?. La Iglesia actual, ante el pavor que le provoca la paulatina (y evidentemente comprensible) pérdida de poder intenta recuperarlo políticamente, y ahí es cuando se va a caer con todo el equipo. Actúa de manera -aún más- irracional, con prisas, con miedo, dejando escapar detalles. Meter en la lista de quejas que puso en boca del Papa el Plan Hidrológico es, simplemente, una "cagada". Muchos de sus adeptos ya lo opinan (y no sólo por el susodicho Plan).

Éstos obispos han hecho al pobre hombre mentir; le han hecho decir que el Gobierno actual de España pretende poner restricciones a la libertad religiosa. Pensar eso es de cafre. Hacérselo decir al Papa es de ruin. Y no es que yo sea más papista que el propio Papa, que soy ateo, es por la forma de utilizar a un señor mayor y, tal vez, demente, aprovechando zafiamente su gran influencia religiosa y mediática.

Se ven barbaridades como que la política del Gobierno atenta a los "Derechos Humanos", la "dignidad de los individuos" y "el sentido común". Los más claros ejemplos de atentados que la Iglesia ha hecho históricamente y hace, y terminará desapareciendo si continúa; derechos individuales que la política actual del gobierno está intentando garantizar.

Hasta que la Conferencia Episcopal no abandone su anacronismo rancio y se actualize, y empieze a:
  • recomendar el uso del preservativo y la planificación familiar;
  • permitir e incluso ejercer el matrimonio entre personas del mismo sexo;
  • engrandecer la adopción por parte de parejas homosexuales (como parte de su tan usada bandera "sentido de la familia");
  • admitir como sustituto del Papa cuando fine de una vez a la Mama, y sea negra.
  • etc,

que no me hablen de Derechos Humanos, Dignidad de los Individuos y Sentido Común sin peligro de que les vomite. Irán perdiendo poder y más poder, adeptos y más adeptos.

Seguid así, Santa Madre Iglesia. Espero con júbilo vuestro fin. De momento disfruto contemplando vuestra decadencia.

Actualización, 08/08/2005. Acabo de ver cómo ha desaparecido el artículo. No me vuelve a pasar, la próxima lo pego citando la fuente, lo juro por Pete Sampras...